09 julio, 2011

Seis nubes

La conocí sentada
en el vehículo que recorre mi cerro
esperaba a que se llenara
ya era tarde
y al igual que yo 
sólo quería llegar a casa.
Fue su sonrisa 
un tanto más por los tragos en el cuerpo 
pero coincidencia no fue nuestra charla.
Fueron pocas palabras
gestos
algunas similitudes 
cualquiera diría que nos conocíamos.
Llegó la vuelta en la que debía bajarme 
ella abrió la puerta
me cedió el espacio
y me baje.
Nos besamos en la mejilla. 
¿Es raro pensar
que nunca más la veré? 

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