Cuarenta y cuatro Nubes

Cuando te consume la intriga
y se acuesta contigo la duda
en la mañana
el desayuno ingrato
de una llamada inconclusa
de una cita intervenida por el tiempo,
quebraja la serenidad del amanecer.
Rondan en mi cabeza tus ojos
y tus visitas se alargan
como visa de turista.
Me tiento a la ilusión
a embobarme
a acobardarme y no decir mis intenciones.
No caer en la desesperación
cuando el peso de ésta te aplaste.
Le gustare?
pensará en mí
o saldrá de su boca el tópico juvenil
"te quiero como a un amigo"
En estos días,
la aurora de pensamientos
azules y violetas
construyen más preguntas que alusiones
más ilusiones que realidad.
El soñador se quedará sólo otra vez
y el realista vivirá acompañado de mentiras.

Cuarenta y tres Nubes

Su sonrisa
se extendió por el universo

entre las palabras,
el sonido de la guitarra,
una voz;

tuve su mano entrelazada.

El anima de la cotidianidad

se vertió en sus labios 

la luna
sonrió toda la noche

sonrió una eternidad.

me cegó 

me enterneció

me dejo palpitando

palpando las paredes para seguirla donde vaya

me enamoró tanto, 

que 

entre tanto,

no sé nada de mí.

Cuarenta y dos Nubes

Porque vamos en sentido contrario
hallaremos la forma de juntar los caminos
porque nos carcome la risa
es que debemos sellarla en el papel
porque tenemos diferentes costumbres
es que compartiremos más que ayer.
Hoy el saludo fue más consciente
más fuerte, más honesto.
Hoy las miradas
son más amigas
más humanas,
Ellas
simplemente
son.

Cuarenta y una Nubes

Iba detrás de ella
huyendo de mis temores
Acercando mis pasos
a los suyos
para mirarle de costado.

Su rostro escondido
tras desconocerme,
esa intimidad desatada
que me invitó a seguirla.

Así caminamos varias cuadras
al tono de nuestros zapatos,
cada tanto
una mirada cruzada de vergüenza
y una pizca de incertidumbre
se asomaba en ella.
Cada pequeña sonrisa entre sus mejillas
era una palabra que se esconde.

Súbitamente
cruzó frente a mi,
doblando en aquella esquina
dejándome aterido
perdiendo la vista en su andar,
- pensé -
¿se volverá a verme?
y como si me hubiese escuchado,
giro su rostro hacia mí
a lo lejos para buscarme
pero yo
ya me había retirado.

Cuarenta Nubes

Busqué tras las cortinas de gentío
tras las miradas supervisoras
busqué ese verde oscuro
esa sonrisa
busqué un hola
un saludo
una palabra
una llamada por parlante
ir a responder
sólo por tenerte
unos segundos en mis ojos.

Sólo
las palabras mudas
hicieron incógnita
nuestra despedida.

Treinta y nueve Nubes

Hoy
la coincidencia más grande
la actuación del seudo destino
la mirada de los detalles
las palabras
la metáforas
las risas
esas cuadras de lucha nocturna
el cansancio de regreso a casa.

Una flor
una nube
una estrella
son tres pétalos de buganvilia
esa sed de naturaleza
esa arena en tus pies descalzos
prometimos repetirla.

Treinta y ocho Nubes

La identidad
carcome
somete las palabras
el régimen autoritario
en el cuerpo
es evidente
sólo o nada

aléjate de él
vamos
de ella también
no les sonrías.

Un pasajero de vida
eso soy
un tripulante
congelado en los mares del tiempo
un ser
desapercibido por sí mismo
que no vive
que no ama
que no sueña
que sólo
hace el intento de.

Treinta y siete Nubes

Recostados
unidos
sólo por la conversación
en el hemisferio intocable
la imaginación y la verdad fluían a la par.
Cansados
nos desquitábamos con la cama
nos tendíamos en pláticas existenciales
pero reales.
El momento
se tornó trascendental
el tiempo infinito
las palabras evolucionaban
por sí solas
y todo se volvería inerte.
El silencio
fue nuestro mayor eco.

Treinta y seis Nubes

Caí por el camino
entre luces del destino
casi olvidaba tus palabras
tu familia
las idas a escondidas a tu casa
tu pieza del computador
la pared que nos contenía
la mirada que efímeramente
nos enamoraba.
La confusión
fue enemiga de ambos
la solución
fue desentendida
el placer de tus manos
fue recortada de mi cuerpo
des aprehendida.
la hoz del destino
corto los hilos
que tendíamos
y como mentiras
cayeron uno a uno.

Hoy
aún siento que conservo algo tuyo
mañana
cuando leas esto
sabré si tu enterraste
lo que era mío.

Treinta y cinco Nubes

Subir a una micro
sentarse
contemplar el taco en Av. España
escuchar la radio
los demás pasajeros
con sus teléfonos en mano
excusándose.
El chofer
la bocina
"las bocinas"
la guagua en el coche del frente
un accidente
las cámaras
los carros de emergencia
los infaltables "pacos"
la infinita soledad
como si ese asiento
fuese tu mundo o el mío.
La impaciencia
el reloj
que nos atrasamos
que las excusas que habrá que dar.
Todo eso se piensa
en esa infinita soledad
que es tu asiento
"tu" asiento
como si estuvieras destinado él.
Hay quienes eligen siempre el mismo
por seguridad
por el feng shui
que le gusta el paisaje
que nada le importa .
otros simplemente
se van parados
para que nadie les pida el asiento de al lado
o porque se bajan en el próximo paradero
o quizás es ese su espacio en el mundo
ese mismo espacio que recorremos
en las calles
las avenidas
los pasajes
la vida contemplada
desde las ventanas de una infinita soledad.

Treinta y cuatro Nubes

¿Me dejarás de mirar raro?

no soy un parásito sentado a tu lado

no soy quien te juzga ni quien te juzgará más tarde

avientas sobre mí
tus aires de superioridad 

sin saber más

naciste en cuna de oro

pues muere piola

estudiaste en Harvard 

pues trabaja piola

si te casaste con una rubiecita y tuviste hijos rubiecitos

pues vive piola

pero no voltees la cara
que la mierda llega de todos lados 

a todos nos llega 

no existe el karma
no existe el ojo por ojo

la vida gira a todos por igual

si te crees superior 

cuando todos estén mareados 

¿a quién crees que vomitaran?

Treinta y tres Nubes

¿Y si intentara vivir ahí?
sí
ahí
donde el cielo está al alcance de tus manos
donde se pierden las aves y se confunden
con orgasmos de estrellas.
Ser un viajero en este sufrido mundo
escuchando Bob Marley
ser
tu bien más querido
y querer serlo.

Treinta y dos Nubes

Parado en medio de la calle
se ausentó el sonido
la mirada se ralentizaba
el desconcierto
atónito ante las piedras.
Las calles húmedas
un aire no muy fresco.
La pintura
se impregnaba más en los ojos
que en las fachadas de los edificios
y las opiniones
se tergiversaban más en los noticieros
que entre los mirones.
El ruido de los vehículos policiales
la persecución
el miedo por parte de ellos
la exaltación por parte nuestra.
Ese éxtasis que generaba estar allí
era como jugar al pillarse
o a las escondidas.

Los "señores" de verde parecían paparazzis
grabando los piropos por parte de los estudiantes
se reunían en grupos en las esquinas
como lo hacen las putas
(sin ofender a las putas)
y se escondían tras sus escudos
como los políticos tras sus discursos.

A la vista de todos una marcha más había acabado
a la vista de algunos pocos es algo de nunca acabar.

Treinta y una Nubes

El tiempo
se distorsionó

faltaron días

sobraron palabras

la vida
ironizó la distancia

se deshizo de toda verdad.

Hoy me dijo adiós

ayer me besaba hasta el cansancio

ayer me juraba amor 

ayer soñaba conmigo 

hoy
se vio tímida

olvidadiza

y cansada.

La noche se encariño conmigo
me abrazó fuerte en la mañana
y se largó sin decir más.

Treinta Nubes

Bordando besos
inmolando palabras a los dioses
que esperan tu sangre
que enamores
que censures tu cuerpo
a la espera del hombre
a la espera de mí.

Colmada de dudas
desafinas en tus cartas
maldices en ellas
injurias y pesadeces.
E interviene la noche
con ese silencio que camina
que te arrastra por los cuestionamientos
qué
como emblema de vida
se ensaña en tu pecho
la herida de la duda.

A qué le temes
a qué temo yo
a que los dioses se enamoren
de tu naturaleza infértil
y plasmen en mi
el vació entorno
de un jardín de magnolias.

Veintinueve Nubes

Olvidé
tus acordes
tus manos
el rasgueo en tu vientre
el arpegio en tus cabellos.

Aun tentado a improvisar con los dedos
congelados por el frío
perdí la uñeta que me regalaste.

Comenzamos así
sin letra alguna que nos uniera
que nos perteneciera.
Sólo dos cuerdas
que hacían sonoro el silencio.

Olvidé mis acordes
mis sentimientos
mis pasiones.
Escondí tras el letargo de mis dedos
la ausencia de tu voz
la complicidad de una tonada
la delicadeza de un suspiro.

Olvidé tu canto
ese percutido encanto
de aquel tambor chino
que tenias en casa.

Y me perdí en la segunda estrofa
justo antes
de que avanzáramos al coro.

Veintiocho Nubes

Me han secuestrado
los extraterrestres que pasean por el techo.
Me han vigilado muchos días
me dieron su numero de teléfono.
Aparecí a los pocos días
con el pelo más largo
y la barba blanca.
Tenia un corte en el cuello
y el brazo lleno de manchas.

Me han secuestrado
los extraterrestres que se pasean por la moneda.
Nos han vigilado toda la vida
nos dieron la misma educación.
Aparecí a los pocos años
con el pelo corto
y sin barba.
Tenia una deuda millonaria
e intereses por cada crédito.

Me han secuestrado
los extraterrestres que se pasean
por el congreso.

Veintisiete Nubes

Un iluso
un estúpido
un perfecto imbécil
que paso de moda.
crédulo
comunista
utópico
sentimental
mágico como dicen algunas
buena onda
pero a fin de cuentas
el gato por liebre te lo venden igual
te enamoran
te envuelven
te estrujan
el dinero
el amor
e incluso el sexo.
Se incuban en uno
como parásitos
y te drenan la buena onda.
para luego preguntarte
qué pasa
por qué esa cara
te invito algo
y uno con el rostro demacrado
contesta animosamente
bueno.

Pero son años de experiencia
son años de fingir estar en compañía de alguien
son expertas
y fieles de una sola ley
no enamorarse
las otras simplemente son ciegas.

Veintiséis Nubes

Se resbaló de mis manos
se trizó
mil pedacitos
mil palabras rotas
mil promesas incumplidas
un álbum de fotos
unas cuantas comidas
conversaciones
besos
manos
canciones
nervios.
Se cayeron mis dientes
sangré de narices
dormí tirado en el suelo
golpeado
como peso muerto
fingiendo tranquilidad
hasta cuándo tendré que dejar morir las cosas alrededor mio
hasta dónde huiré
me até las manos muchas veces
las froté y sangraron
sangraron mis manos.
mis huellas se empañaron en el rojo.
Me levante a tientas
limpié el polvo en mis pantalones
sacudí mi camisa
y en ese instante
cerca de mí
pasó un pequeño con una mirada triste
más sucio que yo
más
mucho más.
se me acercó
y me dijo
levantarse es gratis.

Veinticinco Nubes

Nunca supe como llegaste
a donde partiste
o donde terminarás. Si
me traerías un obsequio una película en la que
incluya un viaje al puerto o un retorno al mismo lugar.

Extraño la espontaneidad de tu vida
esa hoja arrugada en tu bolso
tu ropa en el viento
una tarde de dos horas
un muelle donde atraque
una conversación tópica
y a la vez utópica
de más encuentros
de más soñar.

Extraño tu sonrisa
tu palabra
tu manera de hablar
extraño tu agua
ésa que sació mi sed
extraño tu mirada
tu color de pelo
tu conversar.

Dónde estarás ahora Naomi,
que cada día es más lento.

Recuerdas el viento Naomi
recuerdas cómo se movían nuestros cabellos
recuerdas cómo reíamos al mirar.

Dónde estarás ahora
que cada día hay menos tiempo
que cada día
hay más por recordar.

Veinticuatro Nubes

Me levanté
para acostarme
y no tiene gracia.
Me lavé el rostro
rocié el agua por mi cuerpo
froté mi cabello
me sequé
me vestí
me até las zapatillas
bajé las escaleras
subí de nuevo
me devolví
me soné la nariz,
me cepillé los dientes,
(olvidaba el desodorante).
Tomé la guitarra
rasgué
canté
canto mal
volví a rasguear
la dejé,
bajé nuevamente
miré por la ventana
prendí la tele
calenté la comida
almorzé
me senté
me preparé algún jugo en polvo
y pensé
por qué siempre es de naranja weon
pusé el mantel
el servicio
la servilleta
y el vaso al ultimo
bien lleno.
Comí rápido
casi siempre fideos
amo los fideos
chinos
con salsa
con huevos
simples
con aceite y sal.

Me cansé de mentirme
y pensar que es lunes
cuando en realidad es martes
me cansé de oír las mismas frases
de mirar los mismos rostros de aburrimiento
de cotidianidad
el hostigamiento
el  hastió
la falta de espontaneidad
el miedo a que gastar la plata en una cerveza
me deje vació
y tenga que vivir con otro vació en mi casa
todos los días.
Lunes
martes
jueves
perdón miércoles
¿o era lunes?
da igual.

Me cansé
y me acostaré
a descansar.

Veintitrés Nubes

Cuando sonríes
sonríen tus ojos
tu nariz
tus mejillas
y las margaritas en ellas.
Tus pómulos
tus iris
tu cabello que se acomoda
para no estorbar tu sonrisa
sonríen tus labios
y el lunar superior
del hemisferio derecho
que por ahí se asoma.

Todo como una
una como tú.
Una y muchas más
una tras la otra
como flashs indefinidos
como una buena película
como una buena fotografía.

Cuando sonríes
brillas.

Veintidós Nubes

No se cansan mis ojos
como para cerrarse
unas cuantas horas.

No terminan de sufrir colores
no descansan de verte pasar
en cada diminuto caleidoscopio
que frecuenta mi mente.

No se cansan de mentirte
para que puedas ver en ellos
mi verdad.

No se cansan
de advertirte sus colores
sus deseos
sus sueños.

Amor mío
mira mis ojos
fíjate en sus centros obscuros
y deja la noche caer.

Veintiuna Nubes

Con los oídos sordos
atrapados por la música.
Con las manos atadas
al juego endemoniado
con los nervios de punta
con los tics de siempre
con la mirada enajenada
y con un aspecto que asusta.
Conectado a su dimensión
a su inverosímil diversión.

¡ Precaución!
"no molestar"

Veinte Nubes

No quiero que te incomode
mi mano junto a la tuya
o mi cabeza en tu regazo
ni la palabra junto a tu boca
ni la música que se escucha de fondo,
ni los sonidos en la calle
ni ese olor a cerveza.
No quiero que te incomode
mi cariño junto a tu boca.

Diecinueve Nubes

Caminar
por gusto
por hacer la hora
por recordarle.
Sentir su perfume en mi mano
sentir su esencia
sentir sus manos
aun en la ausencia.
Retener sus besos
en cada paso
con la cabeza mirando
el suelo mojado.
Muerto de frío
pero abrigado
triste de haberme despedido
triste de la lluvia
pero feliz de caminar
de caminar
por gusto
por hacer la hora
por amarle.

Dieciocho Nubes

Me reí

y te reías conmigo.

Era divertido 

leer tus ojos

acumular sonrisas 

en tus labios.

Diecisiete Nubes

Prendió la luz
la apagó
la volvió a encender
tronó los dedos
inclinó la cabeza
cruzó la pierna
no cantó
¿o sí lo hizo?.
Tomó tu mano
cayó cerca tuyo,
una nube
una frase
un sonido
una mirada soltó.
Volvió a apagar la luz,
y alumbró su sonrisa.

Dieciséis Nubes

Una tarde
llena de sorpresas

de sonrisas
llena de colores

una tarde
un beso y un instante

Un centímetro cerca de tu boca.

Una conversación 

una charla introspectiva 

unos vasos

unos litros de cerveza

unos pitos que se unen en la lucha 

de las risas

de las manos

de otras proezas.

Quince Nubes

Allá
a lo lejos
se ven los restos de un cigarro
allí,
¿no ves?
están los restos de una conversación.
Se quejan sus cenizas
de que se las lleva el viento.

Catorce Nubes

La gota de lluvia en la canaleta
gota y rebota
erosiona mi techo
como un tic tac
un insoportable tic tac
que mantiene mi insomnio
en pie.

Trece Nubes

Huyó de mis manos
la tinta china que las manchaba
el tinte se extraña
como un pariente muerto
como una mascota perdida.

Se fue
y no ha vuelto más.
Creí encontrarla
pero sólo era una copia barata
un señuelo
un intento de.

Me aburrí un poco
después de buscarla
me fui quedando en el blanco
no tenia ni una sola gota de tinta en mi piel
ni un nombre
ni un bosquejo de lo que fue.

Quizás
y sólo quizás
los llantos sobre mi muerte
la traigan hacia mi
otra vez.

Doce Nubes

Nos mantenemos distantes
corremos por las avenidas
ambos por la vereda contraria.

Nos mantenemos unidos
dos cuartos de calle angosta
ambos con los audífonos encendidos
ambos tarareando a Manuel García.

Nos detuvimos en el rojo
nos miramos unos cuantos segundos en el amarillo
y cruzamos las miradas un minuto inmenso
en el verde.

Nos detuvo el tiempo
nos concedieron
unos minutos juntos.

El verde se acabará pronto
y el amarillo decantará luego
en el rojo de tus labios.

Once Nubes

Sus pequeñas manos guiaban mis ojos
con globos de colores su sonrisa arribo.
algo en aquel pequeño ángel
un brillo inexplicable
sentía que me entendía
y que yo entendía su son .
Si Simón agita sus pequeñas manos
el sol y la luna lo acompañaran.
Si él en su sonrisa roba el alma
en sus pequeños brazos
tu corazón llenará.

Diez Nubes

Somos raros
ella
quizás yo también.
Fueron dos días de cariño
de ilusión.
Lo que el destino unió
la vida lo separó.
Así
una nube cae del cielo.

Nueve Nubes

Rodeados por reencuentros
cuando se hace desde el oficio
que emociones más lindas vividas hoy
las aves vuelan
y comenzaron a caer las hojas
y todas las ideas se me acabaron
se enredaron.

Ocho Nubes

Un viaje en micro
una decisión fugaz.
un saludo de improviso
una cara conocida
otra muy especial
un camino lleno de música
mucha gente y alcohol
una sonrisa
un baile
tres salas
un beso
un abrazo
tu mano
junto a la mía
un frió
una caminata
una calle efímera
desolada
un vehículo
tu partida
un regreso a la realidad.

Siete Nubes

¿Siempre soñaremos solos?
entendiendo la simpleza de un sueño
malcriando las noches
obligando la mente.
¿Seremos solitarios en nuestros propios sueños
errantes de un destino que vagamente existe?
Muy plácidamente
espero soñar hoy día.

Seis nubes

La conocí sentada
en el vehículo que recorre mi cerro

esperaba a que se llenara

ya era tarde
y al igual que yo 

sólo quería llegar a casa.

Fue su sonrisa 

un tanto más por los tragos en el cuerpo 

pero coincidencia no fue nuestra charla.

Fueron pocas palabras
gestos

algunas similitudes 

cualquiera diría que nos conocíamos.
Llegó la vuelta en la que debía bajarme 

ella abrió la puerta
me cedió el espacio

y me baje.
Nos besamos en la mejilla. 

¿Es raro pensar
que nunca más la veré? 

Cinco Nubes

Se ralentizó el tiempo
el movimiento rozaba los cuerpos
en aquel pequeño espacio.

Se detuvo por unos segundos
en el oleaje de manos incesantes
a la espera de que alguien
también se hubiese detenido.

No se sorprendió
ni siquiera dudó
no había nadie que no tuviese sus pies pegados al piso
mi tiempo no es éste
pero haré de él, mi presente
Se dijo ensimismado.

Y de pronto
a tirabuzón
ante la sensibilidad de una mirada amiga
el silencio
que tuvo a su alrededor por algunos segundos
se dispersó.

Todo retornó tan rápido
tan plástico
vacío
en sus luces y vaivenes
era un verdadero caos.

Cuatro Nubes

Aléjense de mí pequeñas

las quiero dispersándose

sin comas
ni signos de pregunta. 

Ya no es como antes 

no soy dueño de ninguna de ustedes.

Busquen su dueño pequeñas

el cielo es extenso
aunque sólo unos pocos
puedan verlas.

Tres Nubes

Las miradas revuelan
incluso cuando son ciegas.

Son oraciones por pecadores

son llagas inquebrantables.

Las miradas 
atraviesan las paredes del alma.

Dos Nubes

Llegaste apresurada
en la mesura de un frío abrazo.
Y a medida
de que el tiempo avanzaba
reías con más propiedad
en la censura de un beso.

Una Nube

Nos quedamos
con las manos vacías

Copa tras copa

risa tras risa.

Las lágrimas recorren las calles

mientras se hielan las manos 

tanto o más que la noche.

¿Un paso adelante o un paso atrás?