Setenta y seis Nubes

Me arriesgue
tome una decisión en pocos minutos
le invite un trago
y ella acepto.
Luego de eso
fue la noche más hermosa,
y lo digo sin animo de mentirme,
la noche más hermosa que he tenido.

Setenta y cinco Nubes

Siento mil cosas por ti
cosquillas
calambres
desgarros
jaquecas
quejidos
siento mil caricias recorrer mi espalda
un susurro de niña
una palabra en mi oído
siento que todo y nada tienen sentido
que la vida sí vale la pena
que el tiempo no tiene lapsus ni percances
siento el frió en mis manos y el calor en mis piernas
la noche más libre
la luz intermitente
veo tus ojos brillar.
Siento mil cosas por ti
como si no hubiese más nada
como si ya todo fuese perfecto.
Siento como se arrugan mis arrugas al sonreírte
como se ríen de mi cara de niño bueno.
Siento
siento mil cosas por ti
cuando estoy sólo
cuando estoy acompañado
aún con este gran miedo adentro.

Setenta y cuatro Nubes

Disfrutar cada sonrisa

cada gesto 

cada mano con su temperatura 

cada suspiro 

cada energía fluyendo entre abrazos

El silencio en los oídos por el ruido ambiental

nos hizo gritar lo que pensábamos 

soltar el sentimiento 

expresar la felicidad que tenemos desde que nos conocimos 

ese raro y mágico presentimiento 

el coincidir será nuestra incidencia 

el que me hayas buscado 

el que nos invitáramos a nuestras vidas

somos parte del ahora 

somos infinito en este momento

somos risas

sonrisas

caricias

infinidad de locura

de gestos

palabras y verdades

La noche acorraló todo un universo de posibilidades

y de todas ellas, eligió la más perfecta.

Setenta y tres Nubes

Cuando estoy sólo
retomo los vicios
acudo al cigarro
al alcohol
al placer
retomo la alegría
la constancia
la ligereza
pienso más las cosas
río más las cosas
suavizo todo lo que turbe mi mente.
Cuando estoy sólo
acaricio cada exquisitez de comida
natural
frita
deliciosa comida
imagino paisajes
construyo imágenes de ella
la que casi olvido
la que me olvido
cuando ya todo está perdido
acudo a ella sin previsto alguno
sí
a ella
la que alguna vez me llenó de amor
alejándome de cualquier vicio
aquella que orbitó y explotó fuera de mí
para dejarme la tarea de llenar un vacío mucho más grande.

Setenta y dos Nubes

A ti mil sonrisas debo 
mil instantes de felicidad
a ti la sorpresa te sienta bien
tengo la rosa y el recuerdo de un beso
tengo la suerte de beber de tu risa
contagiaste tu manera de ser y de vivir a un moribundo
alegraste la esperanza
y acogiste el color de nuestro sol.
A ti mil sonrisas agradezco
mil instantes libres de todo aburrimiento
mil imágenes a futuro en nuestras cámaras
mil cosas por hacer y aprender
mil cosas que enseñarte y sonreír
A ti os debo este segundo aire
a ti debo que vuelva a brillar el sol en mí.

Setenta y una nubes

Volvió el vació
con sus artimañas me atrapó
calculó, reunió cada pequeño artilugio para sobornar mi suerte
y se ensañó en lucrar con mis vicios
Me quiero ir
abandonar todo
y empezar de cero
y no puedo
el silencio me tira y estira mi cuerpo
creando una lesión interna que no me deja caminar
una versión mejor de mi que no quiere empezar a vivir
Quiero vivir
quiero sentir los elementos
quiero que la brisa del mar y el agua en mis pies
me produzcan sueños y muchos desvelos
Quiero volver a sonreír
porque cuando sonreía sentía una pizca de energía que me hacia feliz
como esa energía que te da el sol a las seis de la madrugada
no quiero seguir apagado
de algún modo
merezco todo el mal que sostienen mis hombros
pero realmente quiero deshacerme de toda culpa
y renacer al menos en el intento.

Setenta Nubes

Necesito reiterativos espasmos de locura
dos litros de café
con tres cucharadas de azúcar
un pan con palta
y otro tostado.
Necesito liberarme
necesito levantar la cuchara
y que cuelgue la bolsa de té sin ninguna fisura.
Necesito que mi equipo de fútbol gane este fin de semana
que pueda dormir hasta las tres
que cada minuto sea una página de libro leída
que pueda volver a sentir mi estomago revuelto
esa magia, esa picardía y entusiasmo por sonreír.
Necesito que me golpeen
una bofetada
necesito que todos escuchen más
necesito que se entienda lo que digo
lo que siento
necesito un abrazo
un beso
un apretón de manos
necesito indudablemente comer torta de yogurth
o un griego
necesito leer más de lo que quiero
pintar lo que quiero
y esculpir lo que quiero.
Necesito agitar las manos y mis pies
gritar en la calle
cantar sin importarme la burla
hablar de cosas entretenidas
no escuchar cinismos ni mentiras.
Necesito ver un ovni
para creer que puedo ir de vez en cuando a otro mundo
necesito tocar mi guitarra
aprenderme canciones
sostener una melodía
apretar las cuerdas con más energía
necesito subir más rápido mi cerro sin cansarme.
Necesito cortarme el cabello
pero porque yo quiero,
no porque alguien me lo dice.
Necesito soplar más fuerte
beber más agua
y comer más fruta.
Necesito estar en paz
vivir el presente
y dejar el pasado y el futuro descansar
necesito asimilar su muerte
condenar a los demás sin odiarlos
necesito mentirme
explicarme
interrogarme
dudar de mi.
Necesito ser más eficaz
más correcto
necesito estar sólo
necesito un vaso bien helado de piña natural
una bombilla
un rol que cumplir
una tarea
un préstamo
una idea
un gesto
una palabra
un trámite
un desgarro mental que me llene el vaso de soledad
bien helado.
Necesito asegurarme que aún camino
que un pie va adelante del otro
que no me inclino a la izquierda
que no esquivo a la gente con mi carácter,
sino que la eludo rápidamente para ser feliz.
Necesito arrojarme al mar
desde unos tres metros de alto
necesito volar
saltar imperiosamente a ti
abrazarte
necesito custodiarte
aplicar castigo a tu deuda
necesito sobrar de vez en cuando
necesito correr
correr rápido
sintiendo el viento acelerar y fluir a través de mi.
Necesito sentir alivio
ironía
placer.
Necesito un masaje de espalda
un te de limón y un tapsin
necesito una almohada más blanda
una cama más grande para girar sin caerme
necesito caerme
necesito mirarme en el suelo
levantarme
necesito escribir todo
expresar todo
envidiar todo
solucionar todo
necesito todo esto y más
necesito un libro llamado espantapájaros
un tiralíneas cero-uno
necesito un oleo blanco titanio
necesito acuarelas
necesito más confianza
pagar la distancia
la disonancia
la cultura y el saber.
Necesito dosificar los martes y miércoles
y descansar de mi condición
jueves, viernes, sábado y domingo.
Necesito un lunes
un lunes sin decir que necesité más tiempo.
Necesito desquitarme
exprimir naranjas
regalar juguetes
comprar antigüedades
cambiar de vestuario
ajustar mis pantalones
intercambiar más colores
adoptar un perro o un gato
necesito tranquilidad.
Necesito de una buena vez
sacar del baúl tanta frase apolillada
y dejarla secar junto al papel reciclado.
Necesito empezar otra vez.

Sesenta y nueve Nubes

Muy pronto
coserás tus propias palabras
para que no pierdan el hilo de su significado
y atarás a ellas notas de recordatorios:
"30 de octubre, mi cumpleaños"

Los años ya no pesan
ellos sólo presumen su ausencia.

Sesenta y ocho Nubes

Y si la recuerdo  qué
Y si su nombre está adherido a mi  qué
El recuerdo se impregno en mis días
el arrepentimiento en mis venas
y todo lo que viene entremedio
en mis ojos.
En la retina
las fotografías del ayer son proyectadas
y el susurro de su nombre que se torno innombrable
disminuyo hasta desaparecer.
¿ qué les hace creer que aún la recuerdo?
por qué creen que su nombre es un eco en mis tímpanos
¿qué les hace creer semejante falacia?
Y...
si la recuerdo...
qué.

Sesenta y siete Nubes

Ir a conocerte
la tropa de preguntas
la vista rotonda al pasado
en la noche más oscura
la más helada.
Ir a conocerte
a kilómetros de distancia
a dos años luz de estar juntos
a besarte
a consumir tus acentos y tus gestos
a seducir tus pestañas
y emancipar tus labios
a desprender de tus palabras
un verso infinito.
Ir a conocer de ti
todo de mí.

Sesenta y seis Nubes

El tiempo
el tiempo desnudo
el que se avecina
el que esperamos
el que todo cambia
el que todo anima
el tiempo efímero
el tiempo obtenido
y el que tendremos.
El tiempo
aquel que nos distancia
aquel que nos quiere unir
Los años
días
horas
minutos
son palabras que se estancan en un cronómetro de vida
que se jactan para observarte
en la justa medida del secreto.
El tiempo
es sólo una excusa para conocerte
y encantarme con tu voz
con tus ojos
tu sonrisa
y tu ser.
El espacio para que ello ocurra
será manipulado a nuestro antojo
y sentenciado a crecer.

Sesenta y cinco Nubes

No diferenciar
no coincidir
no empezar nada
y terminar todo
no contemplar
no diluir
no fracasar
ni festejar triunfos ajenos
dejando todo signo de felicidad a las ranas.
No salpicar
no percudir
no limpiar
ni alborotar
no delinear
no sofocar
no escribir sobre ella un once de septiembre
no aventajar
no avejentar
no contribuir
ni falsificar
no corroer
no escribir otra vez sobre ella en una maquina de coser
no estirar
nunca tanto porque se cortará
no ventilar los pies
no sembrar gusanos en las manzanas
no eludir señores carabineros
no hablar de falsos profetas, poetas y demás
no sentir
no presentir
ni sentir miedo
no burlar
no generar polémica ante la burla del prójimo
no leer la biblia
ni parábolas
ni convexos
ni cóncavos
no entender
no expresar
no enseñar
ni compartir
no fotografiar
no acostarse en vía publica
ni besarse
ni arrodillarse para pedir matrimonio
no soltar riendas
ni porotos
ni la sémola que se guarda en el refrigerador
no contonear
ni pintar
no ocupar óleos
no ocupar las manos
para manualidades
ni masturbarse
no sexo
no violencia por sexo
no amoríos
ni guerras
no beber agua
ni ingerir alimentos
no fumar
no soplar
ni devolver la comida
no ir al baño
no aguantarse de ir al baño
no lavarse las manos
ni los pies
no lavar la ropa
ni usar ropa
no envenenar
ni suicidarse
no colarse a una fiesta
no sentarse en una fiesta sólo
no bailar en una fiesta, y menos si hay un tipo sentado y sólo
no festejar
no acudir ni aceptar invitaciones a fiestas
no sacudir
no barrer
no ser ama de casa
no tener hijos
no ser
no estar
ni amar
no negar más
acudir a tribunales de justicia en la brevedad posible
el día anterior a leer esto.

Sesenta y cuatro Nubes

Falta poco
faltan horas
un viaje
rutas
encuentros
faltan besos
abrazos
y regalos
faltan miradas
sencillas
risas
burlas
sueños
verdades
faltas tú
falta vida.
Eso sí
falta poco
muy poco
y no es mentira
faltan unas cuantas
horas para sonreírte
todo el día.

Sesenta y tres Nubes

La sonrisa que dispara
que se retiene
la que inunda
la que perece
la que da risa
la seria
la infinita
la emotiva
la cínica
la sucia
la limpia
la perezosa
la cohibida
la angustiada
la que no deja de reír
la impresionada
la histérica
la que abarca
la que se humedece
la que besa
la que juega con los dientes
la divertida
la pegajosa
la sonrisa que vive
que ya sufrió
y la que alegra a los demás
la sonrisa de bebé
la inocente
la maternal
la condescendiente
la de pareja
la de cómplice
la malévola
la expresiva
la pequeña
la larga
la sonrisa evidente
la intrigante
la que se ahoga
la oprimida
la golpeada
la ceñida
la tolerante
la felina
la que emite sonidos chistosos
la que tu imaginas
la que siempre escuchas
en cualquier espacio y tiempo
la sonrisa que recuerdas
la tuya
y la mía.

Sesenta y dos Nubes

Me hacen falta muchas cosas
muchos telares
muchos abrazos
muchos besos
muchas caricias
toneladas de caricias
tu olor
ese aroma por la mañana
tu acento
tu risa
tu sonrisa
esa risa de patán que adoro.
Me hacen falta muchas cosas
mucha compañia
muchos pensamientos
sentimientos
emociones
que viví contigo
que viviré contigo
Me hace falta
tu pelo
tus masajes
tu sencilles
tu comida
tus ronquidos
tus quejas
tus regaños
tus cejas
tus labios
tu rostro sin maquillaje
limpio
puro
hermoso.

Muchas cosas hecho de menos
y muchas otras me hacen falta.
De una buena vez
comprende
cuanto me haz hecho feliz
todo este tiempo
aquí en mi corazón.

Sesenta y una Nubes

Calma tus verbos
tus latidos
tus manos
respira tus ojos
respira profundo
tu corazón
Ánimo hoy
mañana
y entonces.
En todo lo que necesites
tengas o te falte.
Ánimo
inventa un espacio por donde renacer
y sólo ten calma
que ya todo será bien.
Grítale a la rabia
deja la impotencia en alguna de tus torres
congela y hierve en ti más alegria
y encanto.
Ánimo cielo que la calma vendrá,
ánimo amor.

Sesenta Nubes

Salí tarde

apresurado 

de noche 

con un cielo tímidamente despejado

Salí al encuentro

en una pasarela 

vi los autos pasar debajo de mí
desaparecían
en su intermitencia

la velocidad 

el sonido 

el viento en la cara 

la música de un acuario

lo mecánico 

lo infinito 

saboreaba la brisa del mar 

la costa 

los kilómetros a pie 

los extensos tramos 

de conversación

de intimidad

de amistad 

de compañía 

de fervor.

Las risas 

la invención 

las historias

los recuerdos

la prisa a paso lento mordiendo nuestros pasos 

el andar 

el vagar por la costa marejada

el negarse a seguir más allá 

la pendiente 

las calles con nombres de calles santiaguinas

las casas o casonas

los perros 

los gatos 

el chocolate y

las alergias

la despedida 

la cordura echada a la suerte
de una última conversación

el cigarro en mi boca 

mientras que con mis manos 

buscaba las monedas para volver a casa.

Todo acabó como debía acabar

sólo fue sorpresa el cansancio 

y la dicha de volver a casa por fin 

cansado.

Cincuenta y nueve Nubes

A la distancia
a la risa
a la amargura
a la carisma
al llanto
al placer
al extrañar
al entender
al dar vueltas
al sacudir
al penetrar
al diluir
al saborear
al festejar
al contemplar
al distanciar
al parecer
todo es como ayer
pero sin ti.

Cincuenta y ocho Nubes

Ahí nos encontrábamos
brindando
tú
viejo
con tu siempre sana copa de vino
en compañía de nuestro amor
la pasión por algo que nos unió
y que nos unirá por toda nuestra vida.
Ahí nos encontrábamos
pegados al televisor
gritando
echando puteadas
celebrando
y sonriendo.
Ahí nos encontrábamos
tú
y
yo
amigos
tal como tu querías
hermanos
y padre e hijo.

Cincuenta y siete Nubes

Sin divagar
sin dormir
sin perderte en tus deseos
ni tus nostalgias
vive desde aquí tu vida
recorre regiones con tu amor.
Con vigor
constancia
ánimo y energía
con paciencia
trabajo y mucho amor.
Dibuja un mapa más cercano
haz tira la cordillera
las montañas
las carreteras
destroza todo lo que te apene
y transmuta aquello en fuerza
para mantenerte en pie.
Eres imponente
fuerte
yo lo he visto en ti
pero hace falta un empujón siempre
para abalanzarse a la vida.
Ánimo no quiero que agaches tu rostro
ni te eches a morir.
La nostalgia es sólo el recuerdo
vivir a la familia
a los amigos
al paisaje
a las miradas y abrazos
aun en la distancia,
vale más en tu corazón que el mismo llanto
vale la pena sufrir tanto
porque cuando vuelvas será mucho más el amor.

Cincuenta y seis Nubes

Me enamoré en vitrina

me enamoré en cintura

en tus manos

en cuclillas

en medio de tu voz

enredado y erguido.

Me enamoré sentado

acostado

esperando tu cuerpo

soportando el calor

tejiendo palabras.

Me enamoré junto al vino

a la madera, junto a las sabanas

a la estación.

Me enamoré concienzudo

entero, en medio del cuarto

escuchando a Aristimuño

escuchando su voz,

me enamoré de la tuya

me enamoré de tu ropa

de tu suerte

de la mía

de tus pasos

del sabor.

Me enamoré de tus labios

de las comidas

de las visitas

y de las despedidas.

Me enamoré de los rezos

de los caldos, de tu abrigo y alegría.

Me enamoré de las noches

de los días

de las madrugadas,

de las conversaciones
de las discusiones

y las llamadas.

Me enamoré del vientre

de lo dulce y lo salado,

me enamoré en combate

sin tregua y sin soldados.

Me enamoré sólo,

rendido

triunfando.

Me enamoré en las buenas

en las malas

en tu enfermedad,

me enamoré por la mías,

en las tuyas,

en la oscuridad

me enamoré con tu luz

junto al cigarro

a la guitarra

y la familia,

me enamoré este año

él que viene y los que vendrán.

Me enamoré estando perdido

encontrado

enojado

enriquecido

y empobrecido

a tu lado

del mio.

Me enamoré de tus vicios

de los colores

de las fragancias

de las esquinas

de los rincones

en todos lados;

me enamoré de ti

y tú de mí,

tal por cual.

Cincuenta y cinco Nubes

Podría escribir los versos más tristes esta noche
pero tengo flojera
tengo nauseas
tengo fiebre
tengo mi cuerpo encima tuyo
tengo sueño
tengo que estudiar
tengo mil y un cosas por hacer para mañana
tengo que cocinar
tengo que limpiar la casa
ordenar
sacudir
lavar la loza
fingir que estoy cansado
y sentarme frente al computador
a leer cualquier cosa
tengo que ver vídeos en youtube
tengo que sacar fotos en mi patio
tengo que regar
tengo que alimentar a mis perros
tengo que llamarte
tengo que felicitar a mi hermano
por su buena calificación en historia,
tengo que besar a mi madre por quererme tanto
tengo que ayudar a mi padre a pintar
tengo que modelar para un artista
tengo que escribir un ensayo
tengo que ver películas
tengo mil y un cosas por decirte para mañana
decirte que te quiero
que te amo
que te seré fiel
que no me iré
aún después de todo lo dicho y hecho ayer.

Podría escribir los versos más tristes esta noche
pero me siento feliz.

Cincuenta y cuatro Nubes

Después de tanto tiempo
después de tus besos
de tus labios
de tus ojos
de tu cuerpo
de tus piernas alrededor mío.
Después de tanto tiempo
viviendo un sueño,
me dí cuenta de lo insostenible
que es el amor.
Que se abalanza sólo
que pende de un hilo
de un hilo muy fino.
Ser sensible,
quiero volver a ser
alguien sólo
que no tiene nada que perder
porque no tiene nada.
Quiero sostener mi corazón
yo sólo
para no seguir dando lastima
para no explicar mis sentimientos
para no reducir mis sentimientos
en palabras que jamás escucharás.

Perder ya no es justo
ni necesario para hacer recordar
aquel pequeño espacio
por donde la sangre aún fluye
en mi corazón.

Lo escrito hoy,
es sólo una cuenta
que tenía que saldar.

Cincuenta y tres Nubes

Rencontrarse con todo
con la música
con el amor
con los celos
los nervios de punta
por saber que estará haciendo
saber con quién estará,
y rencontrarse con ese asfixiante malestar
que no te deja dormir.
Rencontrarse a uno mismo
cantando fuerte en las avenidas
en la micros,
por todas partes,
sin vergüenza alguna.

Escuchar
sentir
rencontrarse con esa tentación
a rasguear un rato
a componer
a escribir de nuevo.
A mirar hacia un costado
volver a ver más detalles
más vida en los colores
a buscar más problemas
que solucionar.

Hoy estoy triste por la muerte de una amiga
pero feliz porque me recordó que necesito
vivir.

Cincuenta y dos Nubes

Me dejó sin aire
para luego ahogarme entre llantos
en la incertidumbre del mañana
de la conversación enajenada
del suspiro entre dientes
-ese que sólo notan los amantes-
Cómo dormir
cómo dejar algo a la mi tad
cómo no encontrarle razón
a este herido palpitar.
El vientre se retorció
se pudrió de vómito
de puteadas
al sentimiento de coraje que se alzó
al irte
mañana será todo distinto
todo idéntico
todo como una sola alusión a ti.
se manifestará el silencio
se hará justicia para los dos.

Usurera en negocios de amor,
la palabra bien guardada
prometo desde ahora
olvidar.

Cincuenta y una Nube

La noche
se retribuyó nuestras almas
y las dejo columpiarse entre un manto de estrellas
que nos acercó aún en la distancia esta noche.

Una conversación
alimentó mi alma
entusiasmó mis manos,
acarició mis sentimientos

Una conversación sensata,
llena de imaginarios y porvenires
llena de nubes y canciones,
de poemas y antiguas motivaciones. 

Una conversación amena
que juega con nuestro vivir
una amistad nueva
completa, intensa
de sonrisas
de sueños, pasiones
de convivir
llena de vida
de amor y esa motivación
por seguir de pie.

Hoy mañana y siempre
podrás contar conmigo,
como solía decir el viejo Benedetti;
contar
"aunque sea hasta dos,
aunque sea hasta cinco".

Cincuenta Nubes

Ordenar la pieza

Acto seguido: desordenarla
separar el papel útil del inútil
encontrarse con envoltorios de dulces antiguos
de esos que ni siquiera recuerdas su valor.
Encontrarse con tu ex en una carta,
de esas cartas que se dan por aniversario.
Darse cuenta que uno crece más rápido que el espacio que te rodea.
Encontré boletos del cine
una pelota de ping pong
un frasco que en su interior guardo desde hace años un centímetro cubico de mercurio
lo agito porque me gusta ver romper sus moléculas y que se vuelvan a unir.
Encontré insignias scouts, fotos de paseos inolvidables
una infancia contenida en este desorden
encontré un reloj,
letras de canciones que nunca termine
que jamas canté,
la caro puede entender mejor que nadie
lapices, pinturas , oleos, dibujos abstractos
el típico hombre de palito.
También hallé un caleidoscopio
decenas de entradas a conciertos, con escritos y anécdotas al reverso.
Sus fechas, la memoria se desordena
y es tan hermoso traerla al presente.
Encontré cadenas, regalos y souvenirs
hallé palabras, acordes e imágenes de ti
Descubrí tesoros que el orden de esta pieza enterró
faltó crear un poco de caos,
para volver a armar
nuestra historia, mas de alguna historia,
en la memoria, en estas cajas que acumulan desorden
y a la vez el orden de como soy.

Al lector,
le invito a desordenar.

Cuarenta y nueve Nubes

Nadie nos enseño a soñar
erramos, en la impaciencia
en la inmadurez,
queremos ser trotamundos.
Pero dejar nuestras huellas tiene su costo.

Yo lo pague,
el suelo por donde caminé se derrumbó
se llenó de colillas consumidas
de mil historias consumidas,
que dieron paso a mi vacío presente.

Hoy las palabras decidieron irse en contra mía
se erizaron las comas
y los puntos suspensivos me hicieron añicos la sien,
el tapsin ya no surtió el mismo efecto.

Qué re-volver apunta a mi mente
qué palabras carentes de sentimientos
apuntan al corazón.

Hoy la palabras decidieron irse en contra mía
Hoy decidieron ir a buscar un suicidio mejor.

Cuarenta y ocho Nubes

Caí en la cuenta
de que dos mas dos
no es la solución
a estar solo
y que multiplicando por uno
todo es mucho más sencillo.
Olvidemos que existimos de par en par
y gocemos del divino placer de fumar solos.
De tirarse en la cama sin que nadie se incomode
con tu presencia
que sea en cambio
la ausencia,
la que envuelva nuestras noches.
Reír solos,
acostumbrémonos a escucharnos
decir tantas estupideces,
a soñar despierto con la boca abierta
a mirar a tientas por la ventana
a consultar al café si sigo pestañeando o no ...
a decir la verdades de nuestras mentiras
y lo más importante de este minuto escrito,
Aprender a amarnos por quienes somos
un simple y modesto
mínimo común divisor.

Cuarenta y siete Nubes

Manto de palabras
fantasma de mis desvelos,
abrigaste mis noches.
El temblor de tu incertidumbre
la mirada punzante de Thanatos
que se rió de mí por enésima vez
golpeo mis articulaciones
y me dejó frente a ti
sonriéndote frente la pantalla,
hablando de lo que es tuyo
desde tu haber.
Hablando de lo mismo
en nuestro lenguaje
compañera sé
compañera de mis letras
compón en nuestras manos divinas alegorías
y sobórname con el mayor de tus manjares
confió en ti
más allá de la suerte y la fortuna
más y todo
no esperemos nada
y de la nada construyamos algo
juntos.

Cuarenta y seis Nubes

Si de mí dependiera
estaría ahí
junto a ti ..
para abrazarte y animarte
para ser objeto de tus burlas
y cómplice de tus sonrisas.
Sí de mí dependiera
teñiría tu corazón
de mil alegrías
tomar tu mano
y ser la sombra de tus conversaciones
para perderme en tu mirada
y no ubicar nunca
la ruta de vuelta a casa.
Si de mí dependiera
nuestros ojos adoptarían un sólo iris
un sólo color
y una única manera de mirarnos.
Descubre y deja los ecos atrás
mira por este pequeño caleidoscopio.

Cuarenta y cinco Nubes

La tristeza de lo que hace falta
eso que cabe hondo en el pecho.
Tener el boleto del bus en la mano
y llorar
porque el tiempo se fuga
Se derramó tanto
el grito se enmudeció en mí y
se esparció por todo el cuerpo.
El adiós más doloroso
es aquel que no se cumple,
el peso de los recuerdos
de las sonrisas , de las miradas
vuelan más lejos que de costumbre
angelito,
vuela
pero no te escondas.