19 enero, 2012

Cuarenta y ocho Nubes

Caí en la cuenta
de que dos mas dos
no es la solución
a estar solo
y que multiplicando por uno
todo es mucho más sencillo.
Olvidemos que existimos de par en par
y gocemos del divino placer de fumar solos.
De tirarse en la cama sin que nadie se incomode
con tu presencia
que sea en cambio
la ausencia,
la que envuelva nuestras noches.
Reír solos,
acostumbrémonos a escucharnos
decir tantas estupideces,
a soñar despierto con la boca abierta
a mirar a tientas por la ventana
a consultar al café si sigo pestañeando o no ...
a decir la verdades de nuestras mentiras
y lo más importante de este minuto escrito,
Aprender a amarnos por quienes somos
un simple y modesto
mínimo común divisor.

14 enero, 2012

Cuarenta y siete Nubes

Manto de palabras
fantasma de mis desvelos,
abrigaste mis noches.
El temblor de tu incertidumbre
la mirada punzante de Thanatos
que se rió de mí por enésima vez
golpeo mis articulaciones
y me dejó frente a ti
sonriéndote frente la pantalla,
hablando de lo que es tuyo
desde tu haber.
Hablando de lo mismo
en nuestro lenguaje
compañera sé
compañera de mis letras
compón en nuestras manos divinas alegorías
y sobórname con el mayor de tus manjares
confió en ti
más allá de la suerte y la fortuna
más y todo
no esperemos nada
y de la nada construyamos algo
juntos.





08 enero, 2012

Cuarenta y seis Nubes

Si de mí dependiera
estaría ahí
junto a ti ..
para abrazarte y animarte
para ser objeto de tus burlas
y cómplice de tus sonrisas.
Sí de mí dependiera
teñiría tu corazón
de mil alegrías
tomar tu mano
y ser la sombra de tus conversaciones
para perderme en tu mirada
y no ubicar nunca
la ruta de vuelta a casa.
Si de mí dependiera
nuestros ojos adoptarían un sólo iris
un sólo color
y una única manera de mirarnos.
Descubre y deja los ecos atrás
mira por este pequeño caleidoscopio.

Cuarenta y cinco Nubes

La tristeza de lo que hace falta
eso que cabe hondo en el pecho.
Tener el boleto del bus en la mano
y llorar
porque el tiempo se fuga
Se derramó tanto
el grito se enmudeció en mí y
se esparció por todo el cuerpo.
El adiós más doloroso
es aquel que no se cumple,
el peso de los recuerdos
de las sonrisas , de las miradas
vuelan más lejos que de costumbre
angelito,
vuela
pero no te escondas.