27 agosto, 2011

Trece Nubes

Huyó de mis manos
la tinta china que las manchaba
el tinte se extraña
como un pariente muerto
como una mascota perdida.

Se fue
y no ha vuelto más.
Creí encontrarla
pero sólo era una copia barata
un señuelo
un intento de.

Me aburrí un poco
después de buscarla
me fui quedando en el blanco
no tenia ni una sola gota de tinta en mi piel
ni un nombre
ni un bosquejo de lo que fue.

Quizás
y sólo quizás
los llantos sobre mi muerte
la traigan hacia mi
otra vez.

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