07 diciembre, 2011

Cuarenta y una Nubes

Iba detrás de ella
huyendo de mis temores
Acercando mis pasos
a los suyos
para mirarle de costado.

Su rostro escondido
tras desconocerme,
esa intimidad desatada
que me invitó a seguirla.

Así caminamos varias cuadras
al tono de nuestros zapatos,
cada tanto
una mirada cruzada de vergüenza
y una pizca de incertidumbre
se asomaba en ella.
Cada pequeña sonrisa entre sus mejillas
era una palabra que se esconde.

Súbitamente
cruzó frente a mi,
doblando en aquella esquina
dejándome aterido
perdiendo la vista en su andar,
- pensé -
¿se volverá a verme?
y como si me hubiese escuchado,
giro su rostro hacia mí
a lo lejos para buscarme
pero yo
ya me había retirado.

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